Como la frecuencia de los hilos ahora es ciertamente irregular, me había olvidado de la cantidad de tiempo que hacía que no añadía ninguna canción a la colección de Rarezas que desde el principio de la bitácora he venido creando. Pues bien, ya iba siendo hora de que llegara la 54.
Y el tema elegido lo encontré un día en que, aburrido, tenía puesto de fondo un canal alemán de vídeos musicales mientras leía cosas por la Red. De repente el sonido de una brass band ensayando unas notas me hizo alzar inmediatamente la cabeza y mirar al televisor. Reconozco que tengo una debilidad enorme por las brass bands y más si son de Nueva Orleans, interpretando esas piezas a medio camino de marchas militares, ritmos africanos y el jazz. Cuando se formó una melodía sonaba realmente bien y me froté las manos anticipando la delicia. Sin embargo, a continuación, entraron unos coros femeninos, bruscos, con un tono medio hip-hop que me descolocaron un poco y me hicieron temer lo peor.
Por fin, entró el rapero. Blanco como la leche. Declamando en la lengua de Goethe. Estuve a punto de morir de un ataque de desesperación. ¡Qué forma de destrozar algo que había comenzado tan prometedor! Sin embargo, aguanté y descubrí que la canción no era tan mala. Los coros en el puente eran más que interesantes y el estribillo molaba. Además, en un momento determinado, cuando cerca del final de nuevo vuelven a oírse sólo los instrumentos suena una guitarra tarantiniana que le añade un matiz muy curioso, entre tema de película del Oeste o una de gánsteres (la RAE me dice de escribirlo así), que me pareció signo de un buen gusto que no me esperaba de un rap alemán. En definitiva, en cuanto acabó el tema me puse a buscarlo por internet.
Así, creo que esta Jambalaya (nombre de un delicioso plato típico de la cocina cajún) de Casper puede ser de interés si queréis oír algo un poco diferente a lo normal. El vídeo, por cierto, está bastante bien.
Saludetes
Ártabro
P.S. Escucha recomendada: Intergalactic de Beastie Boys
Los que sean asiduos a esta bitácora sabrán que, de vez en cuando, comento alguna canción que he descubierto en un anuncio de televisión. Pues bien, este hilo comienza del mismo modo. Un anuncio de uno de los mayores responsables de los males de este mundo: un banco, un banco inglés para empeorar más las cosas.
Pero el anuncio tenía una buena canción y tras una breve búsqueda encontré el grupo y el nombre del tema. Me quedé de piedra. Acerté que el tema sonaba a psicodelia sesentera y ciertamente lo era, pero el grupo no era anglosajón. Era peruano. Había conocido a Laghonia y su Bahía.
Un especimen bien extraño. Sin duda parecía un producto de la psicodelia californiana, pero también se nota, sobre todo en los instrumentos de percusión que suenan casi tropicales, la influencia hispanoamericana. En todo caso, un soplo de aire fresco, brisa del Pacífico. Podría medirse perfectamente con cualquier tema del mismo género hecho por anglosajones y haberse convertido en un clásico a nivel música popular occidental o, al menos, para el mundo hispano. Pero no, al menos aquí en España no creo que los conozca mucha gente.
En España casi no ha habido nada de música popular psicodélica. Se podría decir que tras la explosión del pop yeyé no se continuó con la evolución musical que hubo en otros países. La canción protesta y la canción melódica ocuparon buena parte de la escena músical española de finales de los 60 y primeros 70, dejando al rock psicodélico, el glam, el blues-rock en una posición muy marginal, cuando no en la inexistencia. Sólo ya entrados en los 70 sí hubo algo de rock progresivo que tuviera repercusión importante, pero psicodelia…
Está bien saber que hubo música pensada desde el español que se hizo en esas coordenadas estilísticas. Pero al mismo tiempo es decepcionante saber qué poco sabemos en España de la música que se hace y se hacía en Hispanoamérica. No nos llega más que una pequeña fracción de lo que allí se genera y eso es triste. Sobre todo, porque pienso que no nos llegan los mejores frutos. Estoy seguro de que en el Reino Unido no se conocen muchos grupos estadounidenses y que en los EEUU hay grupos ingleses desconocidos para ellos, pero dudo que haya ese océano de ignorancia como el que nos separa musicalmente a las dos orillas que hablan español. ¿Qué joyas hay por ahí que nos entusiasmarían a los españoles? ¿Qué grupos no superconocidos españoles podrían ser un éxito en Hispanoamérica? ¿Qué sigue frenando una comunicación más fluida? ¿Por qué los medios de comunicación, revistas, periódicos, radios, televisiones no prestan atención a lo que pasa más allá del propio país, Reino Unido y EEUU? En algunos casos, como la RS, se puede entender, porque son sucursales de medios de esos países, pero en otros muchos no. La cuestión es que no disponemos de medios de comunicación panhispánicos ni apenas nexos que nos mantengan en un contacto continuo y profundo. Eso nos frena como fuerza a nivel mundial. Y lo malo es que no parece que esto vaya a cambiar a medio plazo.
Os dejo con otro grupo peruano de los 60, los Saicos, demostrando que el punk quizás nació en Lima en 1964 y no a orillas del Támesis, más de 10 años después.
Me he dado cuenta de que había dejado esta sección sin actualizar desde hacia un año. Bueno, soy consciente de que no he estado escribiendo precisamente mucho en el último año, pero eso no quita que ya iba siendo hora de añadir alguna otra rareza a la colección que he ido poco a poco creando.
Y en este caso la rareza está en que el grupo creo que es totalmente desconocido en España y de la canción ni digamos. Y casi podría decirse lo mismo del resto del mundo si no fuera porque la canción está sonando en un anuncio de un licor americano llamado Southern Comfort. No se pasa este anuncio por ninguna cadena española, ya que la bebida no se vende por aquí, pero sí es habitual de las televisiones inglesas y estadounidenses. El anuncio, en sus versiones corta y larga se pueden ver en Youtube sólo tras confirmar que sois mayores de edad y no se pueden encastrar, motivo por el cual no lo puedo poner aquí. Pero en Vimeo está la versión larga. Os recomiendo que la veáis.
Como habéis podido comprobar, se trata de un vídeo muy alegre, veraniego y playero (la playa, por cierto, es la de Castelldefels, al lado de Barcelona). Y la escena que narra es tan plausible que llama la atención de lo natural que fluye. Y esa naturalidad no queda trivializada o, peor aún, vulgarizada gracias en buena medida a la canción. Le sienta como un guante, convirtiendo el paseíto casi en un manifiesto de autoafirmación, incluso con tintes épicos.
La canción responsable es, ya va siendo hora de decirlo, Hit or Miss de Odetta.
Hay muchas cosas que me sorprendieron en esta canción. La primera, que no está cantada por un hombre. No me lo podía creer. Odetta es una mujer. La segunda es que pensaba que por ser tan funky sería de mediados-finales de los 70, pero es de 1970, de antes de que existiera el funky. La tercera es que, por lo que parece, Odetta no se movía en absoluto en esos parametros musicales. Ella destacó en el folk y en la canción reivindicativa del movimiento por los derechos civiles de los 60. Y, sin embargo, por lo que se ve, podría haber sido perfectamente una estrella del blues-funky si se lo hubiera propuesto. Por último y casi lo más sorprendente. Esta canción durante bastante tiempo fue casi más conocida por la versión que hizo de ella Bo Diddley que por la original. El anuncio ha rescatado la joya original, lo que, sin desmerecer a Bo, es un acto de justicia. ¿Quién dice que la publicidad no sirve para nada?
En fin, nada mejor que una canción con esta vibración tan sensual y cálida para este veranito.
Saludetes
Ártabro
P.S. Escucha recomendada: The Other Side Of Summer de Elvis Costello
Como bloguero vuestro que soy os debía una Rareza y esa Rareza que os debo os la voy a dar porque como bloguero vuestro que soy… En fin, que hoy toca una Rareza que anuncié en el hilo en el que felicitaba el cumpleaños a Paul McCartney.
Encontrar Rarezas de este personaje no es demasiado complicado, porque ha estado en tantos proyectos y ha sacado tanta música que es normal que alguna haya pasado a la oscuridad, pese a su calidad.
Como en dicho hilo hablaba de temas que él compuso pero no llegó nunca a publicar con su propia voz, me parece que lo más adecuado sea continuar por esa senda. Vimos que en muchos casos estas canciones se dieron a artistas que él patrocinaba o a los que quería ayudar a salir adelante. Y, sin duda, entre dichos artistas, destacó una galesa por la que McCartney sintió una gran predilección: Mary Hopkin.
A ella le compuso su segundo sencillo, llamado Goodbye (es curioso que McCartney tenga bastantes canciones con despedidas en su título), y si queréis verla cantándolo, aquí está el enlace. Me llamó la atención un comentario del vídeo que señala que el tema es usado con cierta frecuencia en Corea del Sur para indicar a los clientes que es la hora del cierre y me ha hecho preguntarme cuánto dinero en derechos de autor estará cobrando McCartney de ese simple hecho.
Pero lo más interesante de este tema es que McCartney sí lo llegó a cantar y, al parecer, incluso a presentárselo al resto de The Beatles. Al final, como sabréis, no lo llegaron a publicar, pero una grabación de esa presentación sí ha salido en un disco pirata del grupo, apropiadamente llamado Not For Sale. No es una versión muy diferente de la cantada por Mary Hopkin, por lo que parece que ella siguió diligentemente sus indicaciones. Sin embargo, esta poco más que maqueta de Paul McCartney posee un aire incluso más campestre e inocente, muy próximo al tratamiento musical de las canciones que entraron en su disco de 1970 McCartney. Incluso cabe preguntarse si no la hubiera incluido en él si no hubiera sido porque se la cedió a Mary Hopkin. La canción, en todo caso, es ésta.
Saludetes
Ártabro
P.S. Escucha recomendada: Goodnight Tonight de Paul McCartney
Como seguramente sabréis, hace unos días, Paul McCartney ha cumplido 70 años y abundaron las felicitaciones, recordatorios de carrera y demás homenajes.
Uno de los más habituales fue la creación de distintas listas de canciones del artista. Y las ha habido de todo tipo. Sus éxitos más obvios, sus logros de mayor calidad, canciones no tan conocidas pero quizás clave para entender sus distintas facetas, colaboraciones, rarezas, ultrarrarezas,…
Y lo peor es que yo quería hacer algo original. Al final se me ocurrió hacer una lista de canciones de McCartney, pero no cantadas por él, sino cedidas a otras gargantas y no editadas nunca, de forma oficial y canónica, con su voz. Pondré siete, una por cada década de vida que lleva ya.
La primera canción es Every Little Thing. Sí, es un tema de The Beatles, pero, aunque fue compuesta principalmente por McCartney, la voz principal la cantó John Lennon. Era muy inusual, salvo en el caso de Ringo, que la canción creada por un miembro la cantara otro, pero en este caso se dio. Es cierto que en el estribillo se oye a los dos principales compositores del grupo cantando a la vez, pero en los versos sólo es audible la voz de Lennon. Es un precioso tema poco conocido, bastante profundo, y con unos regateos en la melodía que son prodigiosos.
En segundo lugar, otro componente de The Beatles, Ringo Starr. Pero no pondré el ejemplo evidente de Yellow Submarine, sino el tema que Paul le cedió para el disco en solitario de Ringo, llamado precisamente así, Ringo, que logró reunir a todos los Beatles en un mismo disco (aunque no en el mismo tema). Se trata de Six o’Clock. Se nota que en estos momentos Paul McCartney estaba en la época de Band On The Run, especialmente en algunos arranques que parece que van a dar paso a una orquesta sinfónica.
El tercer ejemplo nos lo dan sus mismos amigos-rivales The Rolling Stones. Al principio de su carrera, los Stones no destacaban como compositores y al parecer, un día que se encontraron a Lennon y McCartney, les pidieron que les hicieran una canción. La leyenda continúa diciendo que así lo hicieron, en un rincón de una habitación mientras los Rolling Stones los miraban sorprendidos de su facilidad compositiva. Probablemente la leyenda sea falsa o aumentada a partir de una realidad más normalita, pero lo que sí parece cierto es que el tema, I Wanna Be Your Man, fue compuesto principalmente por McCartney y que la versión de The Rolling Stones fue un éxito, gracias a que le imprimieron un veloz ritmo blues. Y sin embargo… también suena muy Beatle. Por cierto, es el único tema cantado tanto por The Beatles como por The Rolling Stones. Lo único es que, en el caso de The Beatles, el cantante fue… Ringo.
Y es que durante unos años, tanto Paul como John escribieron canciones para otros artistas, generalmente porque compartían compañía discográfica o eran amigos de ellos. De todas esas canciones probablemente mis preferidas sean las dos siguientes. Por comenzar con las damas, me refiero a este temazo que compuso (con colaboración de Lennon) para Cilla Black, It’s For You. Suena increíblemente europeo (por contraposición a la escena británica y americana del momento), con una atmósfera sofisticada y cambios de ritmo inesperados. Al final del vídeo salen Paul y John haciendo un cameo.
Y el otro tema favorito de esta categoría es la canción que escribió para el debut de un dúo: Peter & Gordon: World Without Love. Fue número 1 en EEUU en pleno año de la beatlemanía, 1964 y con merecimiento, porque la canción es preciosa. Está considerada una de las 500 canciones que forjaron el rock’n’roll. Y pensar que McCartney no la veía con suficiente calidad para The Beatles… Como anécdota personal, a mí con este tema me pasa algo parecido a Lennon, que consideraba descacharrante la primera línea de la canción «Please, lock me away», sólo que a mí, aparte de risa, me produce cierta ternura.
La sexta canción también fue compuesta para un grupo que se quería promocionar, pero, en este caso, la compañía era la propia Apple, propiedad de The Beatles. Así que en este caso, McCartney la compuso para unos «empleados». Me estoy refiriendo a uno de los grupos más desgraciados de la historia: Badfinger. Tan talentosos y tan olvidados. Pero al menos consiguieron algún éxito, siendo el primero esta canción que les dio McCartney. Come And Get It. Que el jefe era Paul fue muy evidente, porque se la cedió con la condición de que la calcaran exactamente a su maqueta, porque, afirmaba, ahí estaba el éxito. Y tuvo razón.
Y el último tema de esta lista (que podría continuar, pues hay muchas canciones que se han quedado en el tintero) es una colaboración con otro artista. A la hora de grabar la canción, sin embargo, prescinde de cantar (a diferencia de sus colaboraciones con Michael Jackson o Stevie Wonder) y se limita a tocar el bajo. Estoy hablando de My Dark Hour, coescrita con Steve Miller. No busquéis, no obstante, su firma en los títulos de crédito, porque no veréis el nombre de McCartney, sino el de un tal Paul Ramon, un pseudónimo habitual y que fue usado después por los Ramones para nombrar a su banda. Esta canción es otra muestra de que McCartney no siempre es un peluche blandito y que es, por contra, un auténtico rockero (aunque eso no quiera decir que sea sólo rockero).
Ya os aviso que la próxima Rareza que escriba, que no será el próximo hilo, también será de Paul McCartney. Pero por hoy es suficiente. Es una buena noticia que Paul McCartney siga con nosotros y haciendo música. Y como las buenas noticias hay que celebrarlas, aquí quedó mi pequeña contribución.
Exiled from CBGB 